Yiye Ávila ha sido altamente estimado y profundamente respetado por la comunidad evangélica de habla hispana. Para muchos, es considerado un maestro y un gran hombre de Dios debido a su labor evangelística a nivel mundial, sus dones de “milagros y sanidad” (tema que abordaremos aquí) y su compromiso con la “santidad exterior” del cristiano. Aunque Yiye ya no está físicamente entre nosotros, sus prédicas, entrevistas y grabaciones de grandes campañas evangelísticas siguen presentes. Su “legado” continúa influyendo a muchos, por lo que es pertinente considerar algunas de sus acciones y palabras, y compararlas a la luz de las Escrituras.

Me temo que las siguientes palabras puedan parecer, para muchos, una crítica destructiva. Lamentablemente, podemos llegar a la idea de que no podemos cuestionar al hombre de Dios y que debemos aceptar como buenas y válidas todas sus enseñanzas. Precisamente por esta razón, hoy en día, existe una gran decadencia en el pueblo evangélico. Convertimos las palabras del evangelista en “ex cátedra” o en una especie de “infalibilidad papal”, asumiendo que no se equivoca y que todo lo que dice es correcto, incluso cuando claramente contradice las Sagradas Escrituras. Con amor y empatía, podemos abordar estos temas y las áreas que requieren transformación en la doctrina cristiana.

Hay dos videos que presentaremos de Yiye Ávila. En el primero, aborda el tema de por qué Dios no sana a las personas. El doctor Juan Carlos de la Cruz ofrece una contrarespuesta a sus ideas en este artículo. Así que, en el siguiente enlace, escuchemos atentamente lo que el evangelista Ávila pensaba sobre por qué Dios no sana a las personas que le piden un milagro o sanidad:

Juan Carlos de la Cruz: Preste atención a las palabras de Yiye Ávila sobre el don de sanidad en el siguiente video:

Dios No me Sana PORQUE???Yiye Avila Te lo dice (youtube.com)

Ahí, lamento decirlo, prácticamente no hay ni un elemento de verdad, ni en la historia, ni en las explicaciones. Y ese maestro del error (lamento decirlo) entreteje versos de la Escritura, con cuentos fantásticos para construir su fábula.

Pero teológicamente hablando, todo lo dicho es falaz. Me da dolor escuchar ese tipo de fábula artificiosa de un hombre “respetable”, según se dice. Me da temblor tener que criticar a ese señor. Pero no lo puede evitar, el que calla otorga. El habla de Ángeles (con alas) y de demonios… ver historia del rico y lázaro a ver si se parece… debe ser igual.

El pastor es un varón especial, casi nadie nunca, excepto ese pastor, ha visto el alma. El alma es literalmente invisible. Solo se sabe de una bruja que ha visto el alma de un muerto (la pitonisa de Endor, 1 Samuel). Y cuando se hace referencia a ver almas, casi siempre es una visión profética (como en Apocalipsis 6 y 20, p. ej.).

No vi ni un elemento de verdad y congruencia en esa fábula. Hnos., ¿qué necesidad hay de inventar fábulas y falacias al “predicar” a “Cristo”? ¿No es suficiente la verdad del glorioso evangelio? De verdad que no entiendo a esos “predicadores”. Ay no.

Ahora mire la vulgar contradicción entre la fábula arriba y lo dicho en este videíto:

Yiye Ávila: La Enfermedad no es para el pueblo de DIOS (youtube.com)

La “supuesta” niña enferma, no era por falta de fe ni del pastor ni de sus padres. Los creyentes se enferman, dice Yiye, por su falta de fe. Eso es falso. La Biblia enseña que hay casos de enfermedades entre creyentes. He aquí algunas:

(1) Unos nacen así, para la gloria de Dios.

(2) Otros están enfermos por pecado.

(3) Otros por el pecado de la incredulidad (falta de fe).

(4) Otros por deseos secretos del Señor (Job y el Salmista en el Sal 88)… etc. Hay diversas razones, todas de parte de Dios.

Esas son las cuestiones que deberían levantar sospechas sobre si un maestro es falso o bíblico. Todo maestro no bíblico es falaz.