EL VALOR DE LA SABIDURÍA COMPARADO (Proverbios 3)

Comentado por: Juan C. de la Cruz

[1]» Hijo mío [exclama la Sabiduría o Sofía… note su aspecto personificado], no te olvides de mi Ley, y que tu corazón atesore mis mandamientos, [2] porque muchos días y años de vida y de paz te aumentarán. 

     [3] Nunca se aparten de ti la misericordia [misericordia es el amor en acción. Amor, compasión y misericordia son sinónimos en las Escrituras. La misericordia o el amor, la justicia y la verdad suelen mencionarse e invocarse juntas en las Escrituras, especialmente en el AT] y la verdad: átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón [la idea aquí es memorízala] [4] y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres.

  1. ¿Cómo hallar gracia o el favor de Dios, dígase que Dios tenga una buena opinión o concepto de mí -como tuvo por ejemplo de Enoc, Abraham, Job, Elías, Daniel, etc.? 
  2. Adquiriendo sabiduría, que procede del Temor del Señor. Así, sin que se aparten la misericordia y el amor de mi corazón y mis actos. (Como en Salmo 101.6; 25.14).

     [5]» Confía (sin “cree”) en Jehová con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia. [6] Reconócelo en todos tus caminos [que siempre sea: “Hágase Tú voluntad”, y “si Dios quiere”, en todo] y Él hará derechos tus caminos. 

     [7] No seas sabio en tu propia opinión, sino TEME A JEHOVÁ y APÁRTATE DEL MAL [TEMER A JEHOVÁ = APARTARSE DEL MAL], [8] porque esto será medicina para tus músculos y refrigerio para tus huesos. 

     [9]» Honra a Jehová con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos (HE VISTO QUE EL PRESUPUESTO, LA SEXUALIDAD DEFINEN EN GRAN MEDIDA LA PIEDAD… Si Dios es secundario en tus planes financieros, en la misma medida está Dios en tu corazón]]; [10] entonces tus graneros estarán colmados con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto. [11]» No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, no te canses de que él te corrija, [12] porque Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere.

    [13]» ¡Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría y obtiene la inteligencia, [14] porque su precio es más que el de la plata, y sus beneficios más que los del oro fino! [15] Más preciosa es que las piedras preciosas: ¡nada que puedas desear se puede comparar con ella!

Nótese aquí el valor de la SABIDURÍA (gr. [filo] Sofía) al compararla o pesarla con lo más valioso en la tierra (el oro y los metales preciosos y las joyas varias), la sabiduría (Sofía) es astronómicamente de mayor valor. No tiene paralelo en valor.

Usted notará que se entreteje la Sofía (sabiduría) con “el temor del Señor” (no el temor suyo) bueno, ambos el temor y la sabiduría pasan a ser suyos porque se lo conceden o dan, ambos son dones, pero ambos son propiedad, iniciativa y virtudes o cosas propias de Dios, pero impresionantemente “comunicables” dones que Dios otorga a algunos hombres (muchos).

Este proverbio relaciona “la sabiduría y el temor”, en materia práctica, entre otras cosas, con “tu disposición, prontitud y determinación para honrar a Dios con tus finanzas (bienes). ¿Sabes qué? Dios debe ser el primero. Él debe recibir las “primicias”, lo primero de tus cosechas (ganancias).

Esto, tú prontitud a entregarle al Señor lo primero y lo mejor de tu vida, que se concretiza en las cosas que posees, materiales y espirituales, define en gran medida la piedad. Un corazón piadoso es un corazón generoso y que dedica sus talentos (finanzas, bienes y dones) al Señor… y esto encierra tu intimidad y tu tiempo.

Lo que haces con tus miembros (incluyendo tu corazón -mente-, tus genitales y tus sentidos) define si eres piadoso o no. Y quien no es piadoso, es impío. Quien no es piadoso, es del diablo.

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