EL INDICADOR PRÁCTICO QUE DEFINE A UN HOMBRE VERDADERAMENTE SABIO

Por: Juan C. de la Cruz, Paragould, AR, USA.

Proverbios 7:1-5 (NTV)

     [1] Hijo mío, sigue mi consejo; atesora siempre mis mandatos. [2] ¡Obedece mis mandatos y vive! Guarda mis instrucciones tal como cuidas tus ojos. [3] Átalas a tus dedos como un recordatorio; escríbelas en lo profundo de tu corazón. [4] Ama a la sabiduría como si fuera tu hermana y haz a la inteligencia un querido miembro de tu familia. [5] Deja que ellas te prevengan de tener una aventura con una mujer inmoral y de escuchar las adulaciones de una mujer promiscua.

Este texto nos instruye acerca de los distintivos de un verdadero hombre sabio. Podemos ver sobre este preciado tesoro llamado sabiduría:

1. Que el sabio persigue la sabiduría (el consejo).

2. Que el verdadero sabio atesora la sabiduría (los mandamientos).

3. Que todo verdadero sabio obedece los mandamientos del Señor.

4. Que el sabio guarda las instrucciones del Sabio.

5. Que el sabio usa todo recurso posible para adquirir y atesorar la sabiduría, hasta adornos gravados que la contengan (pulseras, notas, cuadernos, libros, artefactos, souvenirs, etc.).

6. El sabio se ocupa de gravar (escribir, engastar) los dichos sabios en su corazón (mente); o sea, se esfuerza por memorizar los consejos, doctrinas y mandamientos del Señor.

7. El verdadero sabio ama la sabiduría. La tiene en un lugar de honor y ocupa siempre su pensamiento.

8. El verdadero sabio se enamora y establece una amistad de estrecha familiaridad con la doctrina (la sabiduría).

Así que la sabiduría verdadera, la Divino, que es un don de Dios: (1) viene en forma de doctrina o enseñanza, (b) mandamiento, (c) instrucción. Y la sabiduría debe ser buscada, amada, cultivada y obedecida.

AQUÍ EL INDICADOR PRÁCTICO MÁS SOBRESALIENTE DEL VERDADERO SABIO.

La sabiduría te prevendrá de la inmoralidad sexual, así como de toda relación malsana. 

Ver Prov. cap. 2.

La sabiduría, en cuanto a nuestros deberes hacia la divinidad, luce muy abstracta. Por ejemplo, el más grande mandamiento jamás establecido (por Dios) es: “Amarás al Señor tú Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas”. Por sí solo esto establece una realidad abstracta, del tipo metafísica, no palpable. Eso así por la naturaleza de la divinidad y la naturaleza de nuestros deberes hacia Él, a saber, espirituales.

Ese mandamiento trasciende lo metafísico cuando el Señor Jesús lo conecta con el segundo, que es igual: “Amarás a tú prójimo como a ti mismo.”

La cuestión aquí se desenreda de la realidad metafísica y abstracta, pasando al plano de lo concreto y mesurable en la exposición de Juan cuando escribió: 

     [20] Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿Cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? [21] Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.

(1 Juan 4.20, 21)

Así, del mismo modo que el mandamiento, que es sabiduría, el hombre verdaderamente sabio será conocido en sus relaciones, especialmente en su relación conyugal. Así, un joven sabio, tomará una correcta decisión al decidir la persona con quien se casará. Y un hombre casado será en pensamiento, afectos e intimidad (en materia conyugal) un hombre de una sola mujer. Solo recibirá caricias de su amada y estas le satisfarán siempre. Sus ojos solo mirarán a su amada. Nunca flirteará con ninguna mujer más que la suya. El no caerá en la trampa de la mujer que no es la suya porque ni siquiera se acercará a los límites entre los sexos opuestos. No hablará a solas con mujer alguna fuera de las de su familia inmediata y su cónyuge, mucho menos la acompañará a ningún lugar. Repelerá toda forma de pornografía gráfica y mental. El sabio estará totalmente satisfecho con su amada. Eso se aplica igual de mujer a hombre.

Observe como lo dijo el sabio Job:

Job 31:1, 5-12

     [1] Hice pacto con mis ojos; ¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?… [5] Si anduve con mentira, Y si mi pie se apresuró a engaño, [6] Péseme Dios en balanzas de justicia, Y conocerá mi integridad. [7] Si mis pasos se apartaron del camino, Si mi corazón se fue tras mis ojos, Y si algo se pegó a mis manos, [8] Siembre yo, y otro coma, Y sea arrancada mi siembra. [9] Si fue mi corazón engañado acerca de mujer, Y si estuve acechando a la puerta de mi prójimo, [10] Muela para otro mi mujer, Y sobre ella otros se encorven. [11] Porque es maldad e iniquidad Que han de castigar los jueces. [12] Porque es fuego que devoraría hasta el Abadón, Y consumiría toda mi hacienda.

El verdadero sabio se conocerá en sus relaciones, especialmente en la relación de pacto conyugal. El respeto al pacto conyugal (como lo acabamos de poner en perspectiva arriba), es el mejor indicador tangible de la sabiduría.

Sobre la ciencia de la sabiduría atesorada per se, se encuentra la oración. La oración por sabiduría y la oración por guía divina y fuerzas para ser fieles y agradables a Dios y al pacto en todo.

Note que la relación conyugal es una relación de pacto. Y en tal sentido, es semejante, aunque temporal, a la relación de Dios con un hombre, de pacto. No sé si te has fijado en el mismo sentido que el amor que le debemos a Dios no compite ni es diferente al que le debemos a nuestro cónyuge. Por eso: 

     “Marido, ama a tu mujer como Cristo amó la iglesia”. (Ef. 5.25 -paráfrasis en singular).

CONSEJO DE SABIDURÍA 

Hombre (y mujer) de Dios, cíñete al pacto conyugal tal cual está establecido. Sé un hombre de una sola mujer (y v/v) en todo tiempo y en todo. ¡Amén!

ORACIÓN

Señor, danos la fuerza, el grado de amor, la debida pasión, los afectos, la motivación, la convicción y la pureza necesaria para amarte y amar a nuestro cónyuge como correcponde a sabios y a santos. En Jesús te lo rogamos. ¡Amén!

Juan Carlos de la Cruz Nació de nuevo cuando tuvo 10 años; si bien confiesa que se reconvirtió varias veces en su juventud temprana. Está casado con la doctora en medicina, teóloga, músico y maestra Anabel Santos. La pareja ha procreado dos hijos, Christ y Carlos (adolescentes ahora). Juan, además ha sido Pastor Bautista por mas de dos décadas (ver www.facebook.com/ibnjrd). Además de ingeniero químico, Juan es teólogo, ostentando múltiples maestrías en los campos de Ciencia y Teología, incluyendo un doctorado en Filosofía (PhD). Juan ha trabajado en diversos campos, es un escritor de profusa pluma, con unos 20 ‘libros’ publicados hasta ahora (en varias editoriales), decenas de ‘artículos profesionales’ (en múltiples plataformas y revistas), y más de ‘artículos de opiniones’ en periódicos y páginas diversas.

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