El grave problema de sostener una visión escatológica sesgada

Por: Juan C. de la Cruz

Introducción

Tu visión escatológica afecta todo. La escatológica (visión del porvenir) modifica nuestra cosmovisión. Modificará nuestra misión, nuestra ética, nuestra exégesis, nuestra manera de vivir, nuestras motivaciones y nuestra esperanza. Por eso, debemos ser en extremo cuidadosos de cómo percibimos el cumplimiento profético bíblico.

LO QUE ESTABLECE ESTE TEXTO

  1. Los vv.1 y 2 de este capítulo de Isaías ilustran poéticamente la aparición del Mesías. Y en la parte de B del v.4 se declara la llegada del Mesías: 
  1. Los vv.3 y 4 son el mensaje de aliento a la esperanza del pueblo receptor. Palabras que son textualmente usadas por el escritor de Hebreos (en el NT) -ver He 12.12, 13-; pero no solamente con el tono de esperanza, sino con el sentido de motivación hacia apropiarse de algo que ya se posee (que quizás se ignore), observe:
  1. Hacer calzada, trillar el camino y hacer sendas derechas fue precisamente la misión que Dios designó a Juan el bautista. Confirme Juan 1.19ss.
  1. Pero la gota que rebosa el vaso en materia narrativa e interpretativa en este Texto es aquello que Dios establece que haría con su pueblo cuando Él manifestase su gloria. 

Es este capítulo con el cual nuestro Señor le responde a Juan, cuando desde la cárcel aquel envió a preguntar con algunos de sus discípulos “si Él (Jesús; el Señor; Jehová) era el que había de venir o debían esperar a otro”. Observe:

¿CUÁL ES NUESTRO PUNTO AQUÍ?

Sencillo, que alguien con una visión escatológica truncada o sesgada (por no decir defectuosa), nunca vería este pasaje como una profecía esencialmente cumplida en la venida de Juan y de Jesús. ¿Por qué? Porque su negativa a ver metáforas e imágenes en las profecías lo imposibilita de comprender muchos Textos que exaltan la gloria de Dios en el primer advenimiento del Mesías.

Señores, la gloria del líbano y del hermón -claras referencias en metáforas a la redención-, igual que la apertura de los ojos de los ciegos y la apertura de las cárceles a los oprimidos, etc., son inequívocas referencias al Evangelio (a su efecto) en figuras poéticas (no hay duda alguna de eso aquí).

Una visión escatológica truncada jamás podrá ver que el Cristo de la gloria que nos fue dado era Rey y sigue siendo Rey de reyes y Señor de señores, el Soberano de los reyes de la tierra. Cristo no sólo gobierna en los corazones de los creyentes y sobre las almas de los redimidos en el cielo; Cristo es el sólo Soberano sobre todo poder, principado y alto nombre que se nombra en cualquier lugar y por cualquier entidad en todo el universo.

Hace milenios que la gloria de Jehová se ha estado manifestando y llenando la tierra del conocimiento de Dios. No mediante la destrucción de Satanás ni de los malos, ni encarcelando reyes o aniquilando perversos (de haberlo decidido así, una década habría bastado desde la resurrección para deponer a los malvados). ¡No! El plan soberano fue la conquista-corazón a corazón, vida por vida- a través de los redimidos, paso a paso, casa por casa, región por región. Y es un plan exaltado “y así será salvo todo su pueblo escogido”.

Continuaría la maldad. De hecho, está multiplicándose más y más hasta el fin. Y seguiría la acción de satanás y sus demonios, de hecho con más fiereza “porque sabe que se le agota el tiempo”. No un satanás apresado: ¿Dónde dice o sugiere eso la Escritura? ¿En Mateo 12? Por favor, aprendamos a hacer exégesis de la Escritura de forma más correcta. Si la academia le ha carcomido la luz, pregúntele por esto a John Bunyan en su “Guerra Santa”, él le responderá sabiamente sobre la “atadura” de Satanás.

Pero en este mundo de lobos y serpientes, el plan de Redención seguirá su curso exitoso. Eso es muy medible. ¡Gloria a Dios!

NO DEJE QUE SUS PREJUICIOS ESCATOLÓGICOS ECLIPSEN LA GLORIA DE CRISTO

Los artificios de los “avivamientos” (revival, en inglés), fueron fruto casi exclusivo de la visión escatológica puritana y evangélica americana. Los puritanos, nuevas luces, de la nueva teología y posteriormente evangélicos de América procuraron conducir al mundo a su “milenio”, que se había supuestamente inaugurado en algún momento durante la reforma protestante. Y su milenio (posmilenial) consistía en llevar al mundo -mediante la evangelización- a un estado cuasi perfecto e ideal. Pero ninguno de los trucos de cámara funcionó. Resulta que el mundo no era solo la anglosfera. Había que “evangelizar” (en la visión posmilenial: “avivar”) toda Asia, África, América del Sur, etc.

Los darbyistas han venido a calcular un milenio venidero cercano, en vísperas del cual (con su Arrebato y su Gran Tribulación pos-Rapto) “se salvará todo Israel” y “millones de gentiles”. Pero nada de eso es de extrema importancia ahora. Necesitan ese “Rapto Secreto” para que “las profecías” tengan sentido y cumplimiento.

TU SANTA MISIÓN Y TUS DEBERES

Hermanos(as), no se deje estafar con artilugios interpretativos. Tendrá tanta decepción como la que tuvo Agustín (ver la Ciudad de Dios); o terminará en la depresión en que terminó el puritanismo y el evangelicalismo americano; o el pietismo luterano europeo; o el münsterismo anabaptista germano-holandés; o la actual decadencia que muestra el darbyismo. Y con ello no condeno esas visiones. Ninguna ha sido del todo falsa. Y algunas han sido muy exaltadas por sus logros (como el posmilenialismo).

Pero le recomiendo no dejarse dominar por las premisas escatológicas. Y le recomiendo no eclipsar la gloria que ha tenido, tiene y tendrá el Evangelio y, por tanto, las iglesias de Cristo.

Su deber no es indagar cómo y cuándo sucederá esto o aquello, sino, ser fiel a Cristo y estar siempre preparado. El Novio volverá, pero nunca a la hora ni el día que Ud. calcule.

Esperamos, según Su promesa (¡Gloria a Dios!) cielos nuevos y tierra nueva, pintados solo de amor, justicia, verdad y fidelidad; con Cristo como Rey. Pero, ¿qué más dá? ¿No es Cristo acaso nuestro Soberano ya? ¿Qué nos separará de su amor derramado ya en nuestros corazones? ¿Qué gloria mayor habremos de tener jamás que Su Espíritu que mora ya en nosotros?

¡Vivamos con el gozo que tenemos!

¡Vivamos con la paz que portamos!

¡Vivamos en el amor que ha sido ya derramado en nuestros corazones!

¡Vivamos con el Espíritu Santo que habita en nosotros!

¡Sigamos siendo santos, justos, fieles, verdaderos, buenos y misericordiosos, henchidos de amor y gracia!

¡Siga predicando a Cristo!

¡No se avergüence de Su Señor y del poder de Su evangelio!

Juan Carlos de la Cruz Nació de nuevo cuando tuvo 10 años; si bien confiesa que se reconvirtió varias veces en su juventud temprana. Está casado con la doctora en medicina, teóloga, músico y maestra Anabel Santos. La pareja ha procreado dos hijos, Christ y Carlos (adolescentes ahora). Juan, además ha sido Pastor Bautista por mas de dos décadas (ver www.facebook.com/ibnjrd). Además de ingeniero químico, Juan es teólogo, ostentando múltiples maestrías en los campos de Ciencia y Teología, incluyendo un doctorado en Filosofía (PhD). Juan ha trabajado en diversos campos, es un escritor de profusa pluma, con unos 20 ‘libros’ publicados hasta ahora (en varias editoriales), decenas de ‘artículos profesionales’ (en múltiples plataformas y revistas), y más de ‘artículos de opiniones’ en periódicos y páginas diversas.

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