¿Por qué la salvación es sólo por fe y nunca por obras?

Por: Juan C. de la Cruz

(Shapsburg, GA. 31 de enero, 2025)

LA FE, POR FE Y DE FE

Este camino de la gracia es sólo por fe. Esa fe (5.1) que justifica al pecador; esta fe en la sangre propiciatoria de Cristo (Ro 3.25), quien pagó el costo total de nuestra redención.

¡Aleluya!

No que nuestras buenas obras o acciones no sirvan, de hecho, nuestras buenas obras provienen de Dios (Ef 2.10). La cuestión con las buenas obras (aunque sean provistas por Dios) es que no valen ni un centavo para salvar. La salvación solo podía ser -y de hecho solo fue- saldada por la sangre del Cordero de Dios. Y damos gloria a Dios por ese plan eterno suyo.

La salvación por la “sola fide” (fe sola) es un extraordinario plan que sólo la sabiduría de Dios pudo diseñar.Toda la sabiduría de las criaturas conscientes unificadas no sería capaz de imaginar este plan de gracia. El plan Divino es tan exaltada, sabio y glorioso que comunicarlo a los hombres tuvo que ser paso a paso, gota a gota, a lo largo de 4,000 años. Los hombres en tinieblas no podían recibir tanta luz de un abrir y cerrar de ojos, habrían sido deshechos. Tuvo Dios que, mientras salvaba por gracia y forjaba una descendencia santa, revelar un poco aquí y otro allí de Su tan exaltado plan.

Y, por increíble que parezca, al final de 4,000 años de revelación, e incluso habiendo Dios enviado al precursor del Mesías para hacer calzadas y reconciliar con Dios a muchos, al llegar el cumplimiento de la promesa, el Mesías, “los suyos no lo recibieron” (Juan 1.10). ¡Qué dolor siento!

El fundamento y contenido de la fe salvadora -la revelación de Dios, el evangelio- fue forjado paso a paso, y aún así es una gracia que debe ser inyectada por el Espíritu en el corazón cual principio (una sustancia, un principio).

La caída fue tan fatal que Dios tuvo que emplear su sabiduría absoluta al máximo, tanto como todos los recursos del universo (incluyendo a los ángeles) y 4,000 años de revelación y trato con el ser humano para tener listo el ambiente y los elementos para esta salvación tan grande. Pero, en el mismo orden, el plan ha sido tan exaltado y perfecto que cambia a los pecadores perdidos en santos y pregoneros de tan exaltado evangelio.

LA JUSTIFiCACIÓN ES SOLO POR FE, TANTO PARA LOS DE LA CIRCUNCISIÓN COMO PARA LOS DE LA INCIRCUNCISIÓN

Lo glorioso es este plan revelado paso a paso por su potencia y exaltación, es que es para judíos y gentiles igualmente. Dios nunca tuvo otro plan de gracia. Y esta era de la gracia plena no es un [paréntesis] en el plan soberano. Fue un plan cuidadosamente gestado y trazado en la eternidad, y puesto en marcha o ejecución paso a paso hasta que sea consumado en el juicio final. El plan ha ido en progreso por lo explicado antes. Pero, amados hermanos, no hay plan B, no hay retroceso, nunca se volverá a lo antiguo (como bien se explica el escritor de hebreos). No habrá culto antiguo con sacrificios. No, “esos sacrificios son inservibles, ni siquiera quitan la conciencia de pecado en los que ofrecían tal culto“. No habrá templo santo (Cristo es todo lo que hubo en el culto judío)… ah, y nunca ha habido ni habrá jamás salvación por obra, (Noé halló gracia; a Abraham se lo contó la fe por justicia). Siempre ha sido y será solo por gracia, por la fe en el vástago de Isaí, el descendiente de Abraham. Ah, tampoco habrá jamás una Jerusalén terrenal gloriosa, pero sí la Nueva Jerusalén, la Celestial (el Sion, la habitación de Dios). ¿Cómo no se entiende esa revelación tan cristalina por la fe?

Amigo, judío y gentil, si no vienes a Cristo por la fe del Evangelio, la que imparte el Espíritu, lamento tu desgracia y condenación eterna. Nunca habrá una salvación por obras ni un período en que sin la obra del Espíritu alguien pueda salvarse jamás -ni en la “gran tribulación”,- ni nunca.

¡Sálvese ahora, amigo!

¡A Dios sea siempre en la iglesia dada la gloria por todos los siglos!

¡En Sion cantaremos las glorias y victorias del Cordero!

Juan Carlos de la Cruz Nació de nuevo cuando tuvo 10 años; si bien confiesa que se reconvirtió varias veces en su juventud temprana. Está casado con la doctora en medicina, teóloga, músico y maestra Anabel Santos. La pareja ha procreado dos hijos, Christ y Carlos (adolescentes ahora). Juan, además ha sido Pastor Bautista por mas de dos décadas (ver www.facebook.com/ibnjrd). Además de ingeniero químico, Juan es teólogo, ostentando múltiples maestrías en los campos de Ciencia y Teología, incluyendo un doctorado en Filosofía (PhD). Juan ha trabajado en diversos campos, es un escritor de profusa pluma, con unos 20 ‘libros’ publicados hasta ahora (en varias editoriales), decenas de ‘artículos profesionales’ (en múltiples plataformas y revistas), y más de ‘artículos de opiniones’ en periódicos y páginas diversas.

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